Let Them Trade – Automatiza y observa cómo florece tu reino
Let Them Trade es una experiencia estratégica y contemplativa que nos invita a construir rutas comerciales entre ciudades en un mundo de fantasía, como si estuviéramos moviendo piezas en un juego de mesa. Un título de ritmo pausado, pero con una sorprendente capacidad de enganchar, que combina automatización económica con un apartado visual encantador.
ANÁLISIS
Carles "Zettai"
7/28/20256 min leer


Introducción
Let Them Trade nos propone alejarnos del estrés bélico habitual en los juegos de estrategia para centrarnos en algo mucho más sereno: el crecimiento económico, la planificación urbana y el arte de conectar pueblos mediante rutas comerciales. Su propuesta no gira en torno a la conquista ni al combate, sino al equilibrio y la eficiencia, en una experiencia que recuerda a los juegos de mesa por su presentación cuidada y su lógica clara. Ideal para quienes disfrutan viendo cómo un sistema bien diseñado cobra vida por sí solo, es un juego que premia la visión a largo plazo y la optimización paciente.
Una experiencia accesible y adictiva
En Let Them Trade, no controlamos ejércitos ni nos enfrentamos a batallas épicas. Aquí el objetivo es otro: fundar ciudades, especializarlas según los recursos cercanos y crear rutas comerciales que permitan su desarrollo. Todo se basa en una gestión indirecta: tú decides dónde construir, pero luego el comercio fluye de forma automática entre asentamientos. Y ahí está parte de su magia.
El juego nos pone en la piel de un asesor real que, junto al excéntrico rey Mr. Nuts, debe preparar el reino para una celebración muy especial. La campaña está estructurada en varias fases: tres mapas-tutorial para aprender las mecánicas básicas y, después, una serie de desafíos progresivos centrados en explotar el árbol tecnológico. Esto permite que, al acabar la campaña, domines todos los sistemas y puedas lanzarte al modo sandbox con total libertad. Además, se incluye un editor de mapas y compatibilidad con Steam Workshop, ampliando las posibilidades.
Jugabilidad y mecánicas
Cada mapa parte de una premisa simple: fundar una ciudad cerca de recursos clave (madera, lana, piedra, comida…) y conectarla con otras mediante caminos. A medida que se establecen rutas comerciales, las ciudades intercambian bienes, obteniendo dinero. A partir de ahí puedes ampliar la ciudad y construir nuevas edificaciones, desbloqueadas mediante un árbol tecnológico bien planteado. Esta sensación de ver cómo todo fluye sin intervención directa recuerda a un juego tipo clicker estratégico, en el que tu tarea es diseñar, optimizar… y dejar que el sistema haga el resto.
El árbol tecnológico en Let Them Trade funciona como columna vertebral del progreso. Si bien no ofrece caminos alternativos radicalmente distintos, sí plantea una secuencia lógica de mejoras que exige priorizar según la situación del mapa y los recursos disponibles. A veces el avance es lineal, pero siempre hay una pequeña decisión que tomar: ¿mejoro primero los talleres para producir más, o invierto en expandir la red comercial? Además, las ciudades van aumentando de nivel al cubrir sus necesidades, lo que te obliga a pensar en cómo abastecerlas de forma eficiente.
Hay que añadir que en algunas ocasiones, ciertas tecnologías no cuentan con descripciones claras, lo que puede generar confusión si no prestas atención a lo que desbloquean exactamente. Nada grave, pero un aspecto que podría pulirse para mejorar la accesibilidad.
A lo largo de la partida tendrás que proteger rutas de los bandidos asignando caballeros, y asegurarte de que las ciudades se especialicen en lo que mejor saben producir. El ritmo es relajado, pero siempre hay algo que ajustar: reorganizar caminos, redistribuir recursos o fundar nuevos asentamientos estratégicos. Cuando todo encaja y el flujo comercial se vuelve estable, la satisfacción es inmediata.
Dirección artística: una partida sobre la mesa
Visualmente, Let Them Trade es una delicia. Todo tiene aspecto de piezas de madera pulida sobre un tablero hexagonal: ciudades, caminos, recursos… La sensación general es la de estar jugando con un Catan digital sin dados, una estética que transmite calidez y orden. La paleta de colores ayuda a distinguir rápidamente las diferentes zonas, y el diseño de los iconos resulta intuitivo.
La interfaz, por su parte, es clara y funcional, y facilita el seguimiento del progreso sin necesidad de menús complejos. Incluso cuando el mapa se llena de rutas y asentamientos, el diseño visual permite mantener el control sin agobio, algo clave en un título que invita a largas sesiones de planificación pausada. Que nadie se olvide de tocar al gatito.
A nivel sonoro, el juego cumple con una banda sonora tranquila y discreta que acompaña sin robar protagonismo. Los efectos sonoros son sutiles y bien integrados, reforzando la idea de que estamos ante una experiencia relajante y bien medida. No destaca especialmente en lo musical, pero encaja con el tono general.
Que a nadie se olvide de tocar al gatito.
Progresión y dificultad: bien equilibrado, pero algo corto
Uno de los mayores logros del juego es su curva de dificultad. Cada nuevo mapa de la campaña introduce un concepto diferente y plantea objetivos que exigen aprovechar al máximo las herramientas del sistema. En muchas ocasiones, lo que avanzas en un mapa se incorporará al siguiente, dando una sensación de progresión natural. Te acaban enseñando todo el funcionamiento de forma natural, y acabas automatizando los pasos más mecánicos sin pensarlo.
El árbol tecnológico acompaña esta evolución sin abrumar, y el juego logra ese equilibrio difícil entre accesibilidad y profundidad suficiente para mantener el interés durante horas. La progresión se siente orgánica, y cada mapa consigue aportar algo nuevo.
Eso sí, una vez descubres qué combinaciones funcionan mejor, el reto se diluye un poco. La campaña se completa en pocas horas y tras veinte horas aproximadamente se puede completar al cien por cien Aunque el modo sandbox y el contenido de la comunidad aportan valor, se echa en falta algo más de contenido oficial. Una expansión o una campaña adicional podrían alargar la vida al juego.
Cabe destacar que, durante el acceso para prensa, algunos errores de diseño podían atascar partidas, obligando a reiniciar mapas tras horas de juego. Afortunadamente, en la versión final esos problemas se han resuelto por completo, lo que deja una experiencia mucho más fluida.
Un combate simbólico
Aunque Let Them Trade no es un juego centrado en el conflicto, introduce una mecánica sencilla de protección de rutas para evitar que los bandidos saboteen el comercio entre ciudades. No hay batallas activas ni gestión directa de unidades: el jugador simplemente asigna caballeros a puntos estratégicos del mapa para mantener las rutas seguras.
Esta aproximación encaja bien con el tono pausado del juego, pero también supone que el "combate" sea más una cuestión de previsión logística que de acción o táctica. No hay enfrentamientos que cambien el curso de una partida, y la amenaza de los bandidos rara vez llega a escalar a algo verdaderamente desafiante si mantienes cierto control.
Para algunos, esta capa de amenaza ligera será suficiente para añadir un toque de tensión a las decisiones económicas. Para otros, podría sentirse como una oportunidad desaprovechada para introducir una dimensión estratégica más profunda, especialmente en mapas avanzados o en partidas más largas.
En resumen: el sistema cumple su función, pero no es uno de los pilares del juego. Sirve más como un recordatorio de que no todo puede automatizarse, y que incluso en un mundo de comercio y eficiencia, siempre habrá un pequeño elemento de riesgo a tener en cuenta.
Lo bueno:
Mecánicas originales basadas en comercio y especialización de ciudades.
Ritmo pausado y relajante, ideal para desconectar.
Estilo visual encantador, con aspecto de juego de mesa.
Campaña bien estructurada y con curva de aprendizaje progresiva.
Workshop y editor de escenarios que amplían la rejugabilidad.
Muy accesible para nuevos jugadores de estrategia.
Lo malo:
Puede volverse predecible una vez se domina las mecánicas.
La campaña se queda algo corta.
Poca variedad de desafíos en el contenido base.
El sistema de combate contra bandidos es demasiado sencillo.
Conclusión
Let Them Trade es un soplo de aire fresco dentro de los juegos de gestión económica. Renuncia al frenetismo de otros títulos del género para ofrecer una experiencia más reflexiva, cercana a un juego de mesa relajante que invita a experimentar, construir y observar cómo el sistema cobra vida.
No busca revolucionar el género, pero sí aportar algo distinto: una experiencia que puede disfrutarse con calma, ideal para los que buscan desconectar sin renunciar a la estrategia. Si bien le falta un poco más de contenido para alcanzar su máximo potencial, su base es sólida y prometedora y en pocos días la Steam Workshop se ha llenado de nuevos mapas con los que alargar la vida del juego.
Puntuación Final: 8/10
Recomendado para:
Amantes de los juegos de mesa tipo Catan o Dorfromantik.
Jugadores que disfrutan optimizando sistemas económicos.
Quienes buscan una experiencia relajante con estrategia ligera.
Fans de los city builders con enfoque indirecto y automatizado.
Personas que valoran títulos con Workshop y soporte de comunidad.
Plataformas disponibles: PC (Steam)
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