Ruffy and the Riverside – Un plataformas 3D mágico de copiar y pegar

Ruffy and the Riverside es un juego de plataformas 3D de mundo semiabierto, colorido y lleno de humor. El jugador controla a Ruffy, un osito aventurero con el poder mágico de “copiar y pegar” texturas en el entorno (la habilidad SWAP), lo que permite resolver puzles de forma creativa y literalmente cambiar el mundo para salvar su hogar de una misteriosa amenaza.

ANÁLISIS

Carles "Zettai"

7/12/20255 min leer

Introducción

En los últimos años hemos visto resurgir juegos indie inspirados en los plataformas 3D de los 90. Ruffy and the Riverside se suma a esa tendencia recuperando la magia de clásicos como Super Mario 64 o Banjo-Kazooie, pero aportando un giro refrescante propio. Desde los primeros minutos, el juego desprende un encanto nostálgico a la vez que novedoso, gracias a su mundo desenfadado y a la mecánica única de intercambio de texturas. El resultado es una experiencia alegre y sorprendente que busca sacarnos más de una sonrisa mientras exploramos, resolvemos puzles y rememoramos aquella era dorada del plataformas 3D.

Narrativa y Ambientación

La historia de Ruffy and the Riverside sigue los pasos de Ruffy, un pequeño oso que es nombrado el Elegido para salvar su mundo. Riverside está amenazada por el malvado Groll, una antigua criatura que intenta destruir el Núcleo del Mundo y sumir el reino en el caos. Para detenerlo, Ruffy debe viajar por distintas regiones recolectando las letras mágicas que activan el Núcleo de Riverside.

El tono narrativo es ligero y humorístico, lleno de personajes peculiares que aportan carisma al viaje. Desde Pip, una abejita sarcástica que acompaña a Ruffy, hasta Sir Eddler, un topo caballeroso, o Silja, una sabia tortuga consejera. Cada personaje tiene sus propios diálogos graciosos y misiones opcionales, lo que da vida al mundo y lo hace sentir habitado.

La ambientación combina lo fantástico y lo desenfadado: veremos bosques con hongos gigantes, playas tropicales, aldeas pintorescas y otros biomas, siempre con un estilo de cuento infantil. El juego está claramente pensado para todos los públicos, con un atractivo especial para los jugadores más jóvenes por su tono accesible y simpático. A pesar de ello, los adultos nostálgicos también apreciarán las referencias y el encanto general.

Jugabilidad y mecánicas

La gran protagonista en Ruffy and the Riverside es la mecánica SWAP, que permite a Ruffy copiar la textura o material de un objeto y pegarla sobre otro para alterar sus propiedades. Esta idea se integra en prácticamente todos los puzles y desafíos del juego. Podemos copiar unas enredaderas de una pared y aplicarlas a una cascada, convirtiéndola en una pared escalable, o transformar una piedra en madera para que flote como una balsa. Las posibilidades son enormes y la sensación de descubrir soluciones es muy gratificante.

El esquema general de juego combina exploración 3D, plataformas y rompecabezas. Riverside se compone de un área central que conecta con siete regiones distintas, de forma similar al castillo de Mario 64. Cada zona presenta sus propios desafíos basados en puzles de SWAP, pequeños retos de habilidad y montones de coleccionables. Hay mariposas, piedras oníricas, criaturas escondidas, monedas y más. La exploración es bastante libre y la curiosidad se premia con secretos y contenido opcional.

Abundan las actividades secundarias: carreras en pacas de heno, ayudar a un pez fantasma a decorar su tumba, ahuyentar tiburones de una piscina, encender antorchas... Esta variedad mantiene el interés y aporta un tono de parque de atracciones al mundo.

Aunque se trata de un plataformas, el plataformeo puro queda en segundo plano. El foco está en los puzles y la exploración. Los combates son escasos y simples; incluso los jefes suelen resolverse con ingenio más que a golpes. También hay secciones 2D estilo retro que actúan como minijuegos adicionales, aprovechando el SWAP en niveles más cerrados.

Si nos atascamos, podemos pedir pistas a ciertos personajes a cambio de monedas, lo que hace el juego accesible sin eliminar el reto.

En cuanto a diseño, los niveles son amplios pero no abrumadores. Algunos retos se repiten más de lo deseado, y a veces se echa en falta un uso más libre del SWAP, pero en general la mecánica se explota con suficiente variedad como para no perder frescura.

Eso sí, los controles de Ruffy son algo imprecisos. Se mueve muy rápido, lo que puede complicar ciertos saltos. También la cámara es algo lenta y torpe en espacios cerrados, y hay pequeños detalles como escaleras difíciles de usar o checkpoints mal colocados que pueden frustrar.

Aun así, la experiencia es muy positiva: divertida, creativa y con mucho contenido para los completistas.

Dirección artística y apartado técnico

Uno de los aspectos más llamativos del juego es su estilo visual. Personajes 2D dibujados a mano conviven con escenarios 3D coloridos, creando un efecto tipo Paper Mario muy original. Puede parecer raro al principio, pero termina funcionando y le da identidad propia.

Los escenarios son variados y están llenos de color, con una estética low-poly intencionada que recuerda a la era Nintendo 64. Cada bioma tiene su propia personalidad y el diseño artístico es coherente en todo momento.

En lo técnico, el juego rinde bien en PC y consolas modernas, aunque hay pequeños bugs, como quedarse atascado en un objeto o algún fallo de texturas, pero nada grave.

La cámara y los controles, como ya se mencionó, son mejorables. Y aunque la IA de los enemigos es anecdótica, el juego no busca el combate, así que no se echa en falta.

Todos los menús y textos están en español, lo que se agradece especialmente en un título pensado para un público amplio.

Apartado Sonoro

La banda sonora de Ruffy es alegre y pegadiza, con melodías distintas para cada zona que acompañan bien la aventura. No todas son memorables, pero en conjunto tienen carisma y encajan con el tono del juego.

Los efectos de sonido refuerzan el humor: pasos cómicos, ruidos de golpecitos, sonidos exagerados. Las voces de los personajes no están dobladas como tal, pero emiten sonidos estilo Banjo-Kazooie, y eso añade encanto.

El juego no necesita grandes alardes sonoros, pero cumple muy bien en su terreno. Además, el hecho de estar completamente traducido y localizado facilita mucho su accesibilidad.

Lo bueno:

  • Mecánica de copiar y pegar texturas original y divertida.

  • Mundo colorido, variado y lleno de sorpresas.

  • Estética cartoon muy personal y reconocible.

  • Gran cantidad de coleccionables y contenido opcional.

  • Banda sonora simpática y efectos sonoros graciosos.

  • Textos en español y apto para todos los públicos.

Lo malo:

  • Controles algo imprecisos y cámara torpe en algunos momentos.

  • Repetición de ciertas pruebas o minijuegos.

  • Falta de libertad en la resolución de puzles.

  • Inicio del juego algo lento, con demasiado tutorial.

Conclusión

Ruffy and the Riverside es una carta de amor a los plataformas 3D de los 90, pero con ideas frescas y una personalidad propia innegable. Su mecánica SWAP lo convierte en un juego especial, que premia la creatividad y la curiosidad del jugador.

A pesar de sus asperezas técnicas y su falta de pulido en algunos aspectos, es una experiencia encantadora, ideal para quienes buscan un juego amable, divertido y con mucha alma. Ruffy no es perfecto, pero tiene algo que muchos juegos más grandes han perdido: corazón.

Puntuación Final: 8/10

Recomendado para:

  • Fans de los plataformas 3D clásicos como Mario 64 o Banjo-Kazooie.

  • Jugadores que disfruten resolviendo puzles creativos.

  • Familias que busquen una aventura accesible.

  • Quienes quieran una experiencia ligera, simpática y llena de buen humor.

Plataformas disponibles: PC, PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox One, Xbox Series X/S, Nintendo Switch.