SONOKUNI – Acción frenética con estilo propio al ritmo del hip hop japonés
SONOKUNI es un juego de acción frenética e intensa claramente inspirado en Hotline Miami, pero con identidad propia. Combina combates ultrarrápidos de un solo golpe con una ambientación biopunk influenciada por la mitología japonesa y una banda sonora de rap japonés electrizante. Su corta duración está muy bien aprovechada, ofreciendo un cóctel de adrenalina concentrada que deja huella sin alargarse más de lo necesario.
ANÁLISIS
Carles "Zettai"
4/21/20257 min leer


Introducción
Desde el primer nivel, SONOKUNI deja claras sus intenciones: sumergir al jugador en un torbellino de acción vertiginosa y estilizada. Desarrollado por el colectivo indie Don Yasa Crew, este título destaca por tomar la esencia brutal y rápida de Hotline Miami y mezclarla con un sabor puramente japonés. El resultado es una experiencia única que, a pesar de sus evidentes influencias, se siente fresca y diferente. Con una historia sencilla de fondo sobre venganza y liberación de un pueblo oprimido, el juego se enfoca en lo que mejor sabe hacer: ofrecer acción intensa sin respiro durante las pocas horas que dura la aventura.
No todo es perfecto en este frenesí pixelado, pero incluso sus pequeños tropiezos se pueden perdonar gracias a la pasión que transmite en cada escena. SONOKUNI consigue brillar con luz propia en el género de acción indie, apoyándose en su estilo audiovisual distintivo y en un ritmo de juego que rara vez decae. A continuación, repasamos sus puntos clave: desde la jugabilidad hasta la música, pasando por el diseño visual, la ambientación y la dificultad.
Jugabilidad
La jugabilidad de SONOKUNI es tan rápida y mortal como cabría esperar de un juego inspirado en Hotline Miami. Se trata de un arcade de acción 2D con vista cenital en el que un solo golpe recibido significa la muerte. No hay barra de vida que valga: la clave está en la precisión y la rapidez para acabar con los enemigos antes de que ellos te alcancen a ti. Para lograrlo, el juego ofrece un sistema de combate cuerpo a cuerpo con cierta profundidad: además de atacar directamente con nuestra asesina protagonista (armada con una afilada hoja), podemos esquivar embestidas y contraatacar proyectiles enemigos si acertamos el timing. Incluso contamos con la habilidad de ralentizar el tiempo por unos instantes, lo que permite planear movimientos con mayor cuidado en medio del caos. Estas mecánicas le dan un toque táctico y diferenciador frente a la acción más simple de Hotline Miami, obligándonos a leer los patrones de ataque de cada enemigo y reaccionar de forma adecuada.
Los niveles están diseñados como arenas surrealistas repletas de adversarios mutantes. El objetivo es claro: avanzar sala tras sala aniquilando a todo lo que se mueve, incluyendo temibles jefes al final de ciertas fases. El ritmo de los combates es frenético y demandante; por suerte, las reapariciones tras morir son casi inmediatas y suelen ubicarse en la última puerta cruzada, así que el juego invita a intentarlo "una vez más" sin castigarte con retrocesos excesivos. En general, la jugabilidad se siente fluida, desafiante y satisfactoria cuando consigues encadenar una racha perfecta de eliminaciones al compás de la música. Puede resultar frustrante al principio debido a su dureza, pero dominar sus sistemas proporciona una gran sensación de recompensa.
Diseño Visual
El apartado visual de SONOKUNI es un festín psicodélico que entra por los ojos. Adoptando una estética neón y pixel art muy estilizada, el juego presenta escenarios que van desde laberintos ciberpunk hasta paisajes oníricos inspirados en la mitología japonesa. Cada nivel sorprende con paletas de colores vibrantes – rosas eléctricos, verdes ácidos, azules intensos – y patrones de fondo casi hipnóticos que refuerzan la sensación de estar en un delirio biotecnológico. Los diseños de enemigos también llaman la atención: te enfrentarás a bizarros seres mutantes, mezcla de carne y tecnología, lejos de los mafiosos comunes de Hotline Miami. Esta creatividad visual le da a SONOKUNI una personalidad marcada y memorable.
Ahora bien, tanta exuberancia visual tiene un lado negativo: en algunos momentos la pantalla se llena de efectos y colores de tal manera que puede resultar confuso ubicar ciertos elementos o proyectiles enemigos. La acción es tan rápida y está tan cargada de detalles que, especialmente en las primeras partidas, es fácil sentirse abrumado por el caos en pantalla. Aun así, una vez que te acostumbras al estilo, terminas apreciando la dirección artística tan única que ofrece. Cada escenario es un espectáculo visual y una muestra de la libertad creativa que los desarrolladores se tomaron para diferenciarse de otros juegos del género.
Música
Si el apartado visual es un deleite para la vista, la banda sonora de SONOKUNI no se queda atrás. En lugar del synthwave ochentero que podía esperarse por su paralelo con Hotline Miami, aquí nos encontramos con un hip hop japonés potente y envolvente. Los temas musicales, compuestos por los propios miembros de Don Yasa Crew, están llenos de ritmos urbanos, rap en japonés y hasta instrumentos tradicionales que se fusionan para crear una atmósfera muy particular. Cada nivel está acompañado por pistas que acentúan la tensión y la velocidad de la acción, sincronizándose sorprendentemente bien con nuestros golpes y movimientos. Es fácil entrar en "flow" mientras suena el bajo atronador y las rimas, lo que multiplica la inmersión en este caótico mundo neón.
Los efectos de sonido también cumplen su cometido, con impactos contundentes y efectos que aportan feedback claro al jugador. Sin embargo, es la música la que se roba el protagonismo absoluto. Es probable que al terminar una sesión de juego te descubras tarareando alguna de sus melodías pegajosas. Este apartado sonoro tan poco convencional en el género resulta ser uno de los mayores aciertos del juego, dotándolo de identidad y manteniendo alta la adrenalina de principio a fin.
Ambientación
La ambientación de SONOKUNI combina influencias del folclore japonés con un futuro distópico de ciencia ficción biotecnológica, creando un trasfondo curioso para tanta acción. Encarnamos a Takeru, una asesina solitaria que se interna en una fortaleza tiránica para vengar a su pueblo, y en el proceso nos vemos envueltos en un conflicto que mezcla antiguas leyendas con experimentos genéticos descontrolados. Aunque la narrativa no es el foco principal (se presenta de forma minimalista, con escasas escenas entre niveles), consigue darle contexto y peso al avance del jugador. Hay un ligero dilema moral latente en la historia, al cuestionar la violencia necesaria para proteger a los tuyos, pero en la práctica el juego prefiere centrarse en la acción estilizada más que en contarte un cuento elaborado.
Donde sí destaca la ambientación es en la sensación de caos y urgencia que transmite cada escenario. Los niveles no siguen una lógica convencional, sino que parecen mundos de pesadilla sacados de un sueño febril, lo que refuerza el tono onírico y frenético del conjunto. Este contexto surrealista encaja muy bien con la jugabilidad implacable: el jugador se siente como un huracán desatado en tierra extraña. En resumen, aunque podría haberse aprovechado más la trama y los personajes, la ambientación general cumple al ofrecer un escenario diferente y atractivo que envuelve la acción.
Dificultad
SONOKUNI no se anda con rodeos en cuanto a dificultad. Al igual que sus inspiradores espirituales, propone un desafío difícil y sin concesiones que pondrá a prueba tus reflejos y paciencia. El hecho de morir de un solo golpe obliga a jugar con cautela dentro de la velocidad, memorizando patrones enemigos y perfeccionando el uso de las habilidades de esquiva y tiempo bala. Cabe destacar que el juego ofrece tres modos de dificultad: Fácil, Normal y Difícil. Sin embargo, no hay que dejarse engañar por la palabra "Fácil": ese modo inicial ya supone un buen reto para la mayoría de jugadores, mientras que los niveles superiores reducen las ventajas (menos tiempo de ralentización, enemigos más rápidos) volviendo la experiencia aún más despiadada.
La curva de aprendizaje puede ser empinada al principio, sobre todo para quienes no están habituados a este tipo de juego "muere y reintenta". La frustración está a la vuelta de la esquina tras cada muerte consecutiva, pero SONOKUNI sabe recompensar la perseverancia: superar una habitación después de decenas de intentos genera una satisfacción considerable. Además, la duración corta del juego hace que la dificultad se sienta más llevadera en conjunto, ya que cada nivel es relativamente breve y el objetivo de "una partida más" está siempre presente. En definitiva, es un desafío que disfrutarán quienes busquen adrenalina y no teman repetir secciones hasta alcanzar la perfección, mientras que los jugadores más casuales o impacientes podrían verse abrumados.
Lo bueno:
Acción intensa y trepidante que mantiene la adrenalina al máximo en todo momento.
Estilo visual llamativo y original, con estética neón y enemigos mutantes que lo diferencian de otros títulos.
Banda sonora de rap japonés excepcional, que aporta personalidad y ritmo al juego.
Ritmo rápido y directo, sin rellenos: su corta duración está bien aprovechada para ofrecer una experiencia concentrada.
Dificultad desafiante que supone un aliciente para los amantes de los retos (con opción de elegir modo para adaptarse).
Lo malo:
No necesariamente un punto negativo, pero el juego puede tener un nivel de dificultad elevado que puede llegar a frustrar a jugadores menos pacientes o habituados al género.
Caos visual puntual que puede dificultar la lectura de la acción, sobre todo en las primeras partidas.
Narrativa y desarrollo de la historia algo superficiales.
Conclusión: Un chute de adrenalina indie
En conclusión, SONOKUNI es un ejemplo perfecto de cómo un juego indie puede tomar una fórmula conocida y darle un giro fresco con personalidad. Sus creadores han logrado un título corto pero impactante, que brilla con luz propia gracias a su amalgama de acción frenética, estilo visual único y música arrolladora. No es una experiencia apta para todo el mundo: su dificultad y estética tan particular pueden resultar abrumadoras para algunos. Sin embargo, para aquellos jugadores que buscan un desafío intenso y disfrutan de propuestas distintas, SONOKUNI ofrece algo especial.
A pesar de sus pequeños tropiezos, estamos ante un juego que merece la pena probar, especialmente si te atrae la idea de un Hotline Miami pasado por el filtro de la cultura urbana japonesa. SONOKUNI demuestra que no hace falta una larga campaña para dejar huella; a veces, basta con un par de horas llenas de pasión, estilo y buena música para conquistar al jugador.
Puntuación Final: 8/10
Recomendado para:
Fans de Hotline Miami u otros juegos de acción arcade que busquen un nuevo reto frenético.
Jugadores que disfrutan de la dificultad elevada y de repetir secciones hasta dominar cada enfrentamiento.
Amantes de las experiencias cortas pero memorables, con estética fuera de lo común y sonido potente.
Plataformas disponibles: PC (Steam) y Nintendo Switch.
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